La tiroides es una glándula pequeña ubicada en el cuello que produce hormonas que afectan a casi todos los órganos del cuerpo. Además, controla muchas de sus funciones como la respiración, el ritmo cardíaco, el peso, la digestión y el estado de ánimo.
Según la Asociación Americana de Tiroides, cuando la tiroides no funciona correctamente puede generar un desequilibrio hormonal, produciendo un exceso o un déficit de hormonas.
Alimentos que ayudan y empeoran la tiroides
La alimentación juega un papel importante en el cuidado de la tiroides. Dependiendo de si se sufre de hipotiroidismo o hipertiroidismo, es importante conocer qué alimentos son recomendados y cuáles se deben evitar.
Para aquellas personas con hipotiroidismo, es recomendable consumir alimentos que estimulen la producción de hormonas de la tiroides. Algunos alimentos recomendados son aquellos ricos en yodo, como el pescado, los mariscos, los lácteos y las algas marinas. Asimismo, alimentos ricos en selenio, como las nueces de Brasil, las semillas de girasol y el pollo.
Por otro lado, las personas con hipertiroidismo deben evitar consumir alimentos que estimulen la producción de hormonas tiroideas. Entre los alimentos que se deben evitar se encuentran los alimentos ricos en yodo, como el marisco, las algas yodadas, la sal yodada y los suplementos de yodo. También se recomienda reducir el consumo de alimentos estimulantes, como el café, el té, el alcohol y los alimentos procesados.
En conclusión, una dieta adecuada puede ayudar a mantener una tiroides saludable. Es esencial consultar a un especialista o nutricionista para obtener una dieta personalizada según el tipo de trastorno tiroideo. El cuidado de la alimentación, combinado con un seguimiento médico adecuado, puede contribuir a mejorar la calidad de vida de las personas con problemas en la tiroides.