Desde que Luisa Fernanda W se convirtió en mamá muchas cosas de ella cambiaron, algunas para bien, pero otras para mucho mejor, pese a que sus miles de seguidores no están del todo de acuerdo, otra gran parte considera que cada vez está mejor.
Y es que ella comenzó en redes sociales haciendo un contenido muy de jóvenes, de humor, luego de maquillaje y de recorrer gran parte del mundo, y ahora mismo está en pareja, no casada pero viviendo un sueño de familia con el papá de sus hijos, Pipe Bueno.
Y a esto se le suman sus dos hijos, Máximo y Dominic, quienes llegaron a su vida desde hace varios años y la tienen en una faceta que ella no pensó vivir y también ha destacado el ser ese tipo de mujer y de madre que demuestran que sí se puede.
Los cambios que ha dado Luisa Fernanda W por la maternidad
En una entrevista que dio al canal de YouTube de Calle y Poché, ella decidió hablar de una experiencia muy complicada que le tocó vivir siendo mamá y justo ahí dar una nueva versión de su vida.
Y es que ella contó que en un tiempo estaban usando mucho, tanto ella como Pipe Bueno, un dispositivo que se debía llevar a la boca, lo hacían todo el tiempo, en cualquier lado de su casa. Pero hubo un momento en el que su hijo mayor, Máximo, decidió tomar uno y querer llevarlo a su boca también.
Desde ese momento ella decidió hablar con su pareja, por eso, por el poder de imitación que tienen sus hijos con ellos, y entendió que todo lo que ellos hagan bueno o malo ellos van a copiarlos. Por eso decidió cambiar muchas cosas de su vida y de su crianza.
Luisa Fernanda W habló de su infancia y de ese amor que aún la persigue
Ella habló de muchas cosas de su vida, sobre todo destacó la pérdida de su papá que ocurrió un mes antes de ella nacer, por lo que fue muy duro para su mamá en su momento, pero ha sido ella, su mamá su mayor inspiración.
Y es que para Luisa Fernanda W todo lo que es y cómo es, se lo debe a su mamá, pero también a su papá, que no fue el biológico, pero que sin duda se ganó su corazón de esa manera. Habló de ellos, de lo importante que son, pero también de esos muros que ha decidido romper y no repetir en la crianza de sus hijos.