La cantante estadounidense Taylor Swift recuperó la propiedad intelectual de su música, luego de que los derechos de sus primeros álbumes terminaran en manos de un fondo de inversión totalmente ajeno a ella. La artista lo hizo regrabando esos trabajos del inicio de su carrera, como Fearless, que fue originalmente editado durante 2008.
Fearless (Taylor’s Version) suena exactamente igual que el original, la diferencia está en que la voz de la cantante es ahora más madura y esta nueva edición incluye seis canciones que fueron compuestas durante esa época, pero no habían sido publicadas. Dado lo anterior, el disco tiene casi dos horas de duración.
"Este proceso ha sido más lleno de satisfacción y emocional de lo que hubiese imaginado y me ha dado más determinación para regrabar toda mi música"
Durante 2006 fue editado el primer trabajo de Taylor Swift con el sello Nashville Big Machine, que tenía el control de casi todos los derechos de las canciones, algo común en los inicios de una carrera. En los siguientes años, la cantante lanzó más álbumes sin cambios en los términos de la propiedad intelectual hasta el 2019, cuando firmó un contrato con Universal Music.
También cuando Taylor Swift cambió de disquera, el representante musical Scooter Braun compró Nashville Big Machine y con ello todas las grabaciones de los primeros seis álbumes de la cantante. La adquisición, valorada en 300 millones de dólares contó con la participación del fondo de inversión Carlyle Group y luego llegó a la firma Shamrock Capital.
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