En la Clínica Cardiovascular de Valledupar, el corazón de Miguel Antonio López le entregaba al mundo del vallenato sus últimos acordes antes de partir, no obstante, hasta las mejores canciones deben tener un final y a sus 85 años el quinto rey del vallenato partió de este mundo.
El cesar de sus latidos no solo empañaron la realidad con una tenue y espesa neblina, sino también cambió la sonata de la vida y algunos cayeron en la melancolía de las notas finales, mientras que otros lo tomaron por el apartado positivo.
Ellos se resguardan en el anhelo y la esperanza de que el músico haya llegado al otro mundo con el acordeón en sus manos para tocar hasta el fin de los tiempos.
¿Quién era Miguel Antonio López, el quinto rey del vallenato?
Miguel López es considerado un maestro en el género, pues su leyenda es digna de cualquier libro de historia y sus letras jamás serán olvidadas.
En el año 1972 se consagró como el ganador del Festival Vallenato, por consiguiente, se transformó en el quinto rey gracias a su extraordinario talento con el acordeón. Su carrera se vio marcada de colaboraciones con grandes artistas como Estela Duran, Freddy Peralta y el grandísimo Jorge Oñate.
En los últimos días, su vida le dio unos cuantos derechazos a la mandíbula, puesto que sus problemas cardíacos lo mantenían en constante revisión médica, además la traicionera fortuna le arrebató a una de sus hermanas.
Tales motivos le subieron la presión e hicieron desmejorar sustancialmente su salud, asimismo lo dejaron en una lucha constante por su vida hasta que llegó el momento de cerrar el gran concierto de su existencia.
¿Cómo reaccionó el mundo vallenato ante la muerte de Miguel Antonio López?
El anuncio impactó a diferentes músicos que rindieron sus condolencias a la familia y dedicaron unas hermosas palabras a la memoria del intérprete.
Para Fabián Corrales e Iván Villazón, el juglar fue el pionero de una auténtica dinastía a preservar con el tiempo, mientras que Jorge Celedón se rindió a los pies de semejante leyenda y lo considera como una institución.
Por otro lado, Tuto López, uno de sus discípulos, sólo mantiene recuerdos bonitos de su maestro. Una persona que actuó como un verdadero padre y quien compartió todos sus secretos sin una pizca de egoísmo o celos.