El repentino fallecimiento del reconocido cantante Omar Geles el pasado 21 de mayo ha dejado un vacío en la industria musical vallenata, pero también ha dejado un legado en la ciudad de Valledupar. Además de su exitosa carrera en la música, Geles era propietario de un próspero complejo deportivo que albergaba cuatro canchas sintéticas de fútbol 5, las cuales se convirtieron en un punto de encuentro y recreación para los habitantes de la capital del César.
Los negocios que le apasionaban a Omar Geles
Tras su trágica partida debido a un paro cardiorrespiratorio mientras jugaba tenis en Valledupar, la comunidad se ha unido para honrar su legado y mantener vivo su espíritu emprendedor, sin duda, la energía y la pasión de Omar Geles continúan siendo una fuente de inspiración.
Pues bien, el cantante tenía una gran pasión por el fútbol, por lo que decidió crear un complejo deportivo que no solo era refugio para la diversión, sino que además era epicentro de torneos y eventos deportivos para los aficionados al deporte.
Entre otro de los legados se encuentra Agrogelles, una empresa que refleja la visión empresarial y el espíritu innovador de Geles. Fundada por el mismo artista, Agrogelles no solo es una apuesta por la pesca en agua dulce, sino también un proyecto dedicado a la comercialización de productos alimenticios. Este negocio representa la incursión del artista en el sector agroindustrial, un paso audaz que buscaba diversificar sus intereses y contribuir al desarrollo económico de la región.
Las regalías que recibía Omar Geles por sus canciones
Ahora bien, la trascendencia musical de Omar Geles no solo se reflejaba en los aplausos del público o en las reproducciones en las plataformas de streaming, sino también en la sólida base financiera que construyó a partir de su talento como compositor. Para Geles, las regalías provenientes de sus canciones eran una fuente vital de ingresos, una recompensa justa por su labor creativa y una manifestación tangible de su legado en la música vallenata.
Cada letra que Geles componía representaba una oportunidad de prosperidad, con regalías que oscilaban entre los 60 y 70 millones de pesos por canción.
A través de su arduo trabajo y dedicación, Omar Geles construyó un legado que va más allá de las melodías y las letras. Su astucia financiera y su visión emprendedora lo convirtieron en un ejemplo a seguir para músicos y empresarios por igual, demostrando que el verdadero éxito no solo se encuentra en los escenarios, sino también en la habilidad para convertir el arte en una fuente sostenible de ingresos y realización personal.
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