En el transcurso del último mes, los seguidores de Álvaro Díaz se unieron con en una campaña con el objetivo de lograr que el artista urbano lanzara su próximo álbum titulado "Sayonara".
Esta intensa movilización, que tuvo su punto de partida en las redes sociales bajo el hashtag #FreeSayonara, ha generado hasta ahora más de 3 millones de visualizaciones en TikTok.
Decenas de miles de fanáticos se sumaron a la causa llevando consigo carteles con el mensaje #FreeSayonara durante las presentaciones que Díaz realizó en México y Madrid, España.
Lo más importante: los fans
Ante la contundente solicitud de sus seguidores, Álvaro Díaz tomó la decisión de presentar nueva música antes de la fecha oficial de lanzamiento de su esperado álbum "Sayonara".
La primera muestra de esta nueva etapa musical es ‘Poke freestyle (Adda 001)’ una colaboración con su fiel compañero de larga data, Papi Sousa.
Esta canción ha sido aclamada como un "clásico de Alvarito y Papi Sou". Díaz, cuya carrera ascendió vertiginosamente en Puerto Rico hace más de una década gracias a sus lanzamientos en SoundCloud, compartió emocionado: "Esta canción me recuerda los días en los que trabajaba en SoundCloud".
Álvaro Díaz, una perspectiva musical auténtica
Para Álvaro Díaz, la música va más allá de la fama, la riqueza o las listas de éxitos; representa una de sus mayores pasiones, quizás la más significativa.
Es el vehículo para ser auténtico consigo mismo, seguir su visión creativa y, de forma indirecta, cumplir los sueños de aquel niño que descubrió su destino explorando plataformas web de música, grabando entrevistas a sus ídolos y escribiendo rimas para compartir en el patio de la escuela.
Para Jorge Álvaro Díaz Rodríguez, el rapero, cantante y compositor detrás de éxitos como "Problemón" en colaboración con Rauw Alejandro y "Llori Pari", el camino hacia la música comenzó desde temprana edad.
A los 12 años, descubrió una nueva pasión en la escuela, el rap y el enfrentamiento creativo en los recreos. Al principio, ayudaba a escribir a los competidores, pero luego decidió enfrentarse al desafío por sí mismo y recibió ovaciones por sus habilidades.
Este segundo descubrimiento confirmó que la música era su camino. Las rimas que nacieron en el patio de la escuela encontraron su hogar en la habitación de Álvaro, donde, con un micrófono de bajo costo y programas descargados de internet, comenzó a grabar sus primeras canciones.
