Tatán Mejía, que noche tras noche nos emociona en Survivor, la isla de los famosos, sigue divirtiendo a sus millones de seguidores en las redes sociales, con algunas ocurrencias, aunque en esta ocasión se mostró preocupado por una compra que hizo sin habérselo dicho a Maleja Restrepo, por lo que temía de su reacción.
La compra que Tatán Mejía temía que le descubriera
En las historias de su cuenta oficial de Instagram el motociclista mostro el momento en el que él se encontraba en uno de los gallineros mostrando un gallo “despelucado” que acababa de comprar, aunque le pidió a sus fieles seguidores que no le dijeran nada a su pareja.
“Ahora sí mi mujer me va a matar, no le van a contar por favor, pero, tocó traer gallo, tocó traer un gallo despelucado, ¿qué hace ahí, llave?, parce este man sí salta harto, no es como estas ¿qué hubo?, qué despeluque llave, mi mujer me va a matar, mañana en la mañana, no le van a contar”, dice Tatán Mejía en las historias.
Así reaccionó Maleja Restrepo
Pero lo que temía se cumplió, pues en unas historias que publicó más adelante Tatán Mejía mostró el instante en el que Maleja se enteró de la compra que hizo su pareja y su reacción no muy agradable, pues, aunque intentó tomarlo con humor, le recordó a Tatán que un amigo de ellos les había dicho que era bueno tener un gallo en el corral de las gallinas ponedoras porque luego iba a ser difícil distinguir entre los huevos que estaban fecundados y los comestibles.
“Le voy a decir una cosa, su amigo Eduardo, su amigo Eduardo, nos dijo que no era tan bueno uno tener un gallo, con ponedoras, porque uno no sabía que huevos eran de pollitos y que huevos sean para comer”, dice Maleja en el video.
Sin embargo, Tatán se mostró positivo e intenta convencerla diciendo que su amigo había dicho que sí tenían dos gallos, y además afirmó que si las gallinas daban pollitos despelucados “ya coronaban”.
Y parece que Tatán Mejía logro convencerla pues al final, la presentadora dejó de hacerse preguntas y se cuestionó por la forma en la que ella estaba vestida en el gallinero, con pantalón, chanclas y una copa de vino tinto.
