En un inesperado y emotivo encuentro, el Papa Francisco recibió en el Vaticano al renombrado actor y cineasta estadounidense Sylvester Stallone el pasado viernes. El actor, conocido mundialmente por sus icónicos papeles en películas como "Rocky" y "Rambo", asistió a la audiencia junto a su familia, y el ambiente estuvo marcado por el buen humor y la camaradería.
El Papa Francisco y Sylvester Stallone tuvieron un encuentro muy emocionante
El Papa Francisco recibió a Stallone y su familia con una cálida bienvenida, expresando su admiración por el trabajo del actor al decir: "Hemos crecido con sus películas". Stallone, visiblemente agradecido y emocionado por la ocasión, respondió con una broma característica de sus personajes al preguntar en tono humorístico: "¿Listo para boxear?", mientras hacía el gesto de cerrar los puños. Francisco, en un gesto amigable, replicó el gesto, creando un momento memorable que quedó registrado en imágenes difundidas por Vatican News.
Sylvester Stallone, a sus 77 años, no solo disfrutó del encuentro con el Papa Francisco, sino que también tuvo la oportunidad de celebrar un logro personal significativo en Italia. Recientemente, el actor recibió las llaves y la ciudadanía honoraria de Gioia del Colle, una localidad en Bari, al sur de Italia. Gioia del Colle es el lugar de origen de los abuelos de Stallone, quienes emigraron a Estados Unidos, y este honor especial fue otorgado como reconocimiento a sus raíces italianas.
El Papa Francisco y Sylvester Stallone tuvieron un encuentro histórico
La celebración de Stallone en Gioia del Colle fue un momento conmovedor, ya que se presentó en el balcón del Ayuntamiento con una bufanda del club de fútbol local, el Bari. Este gesto simbolizó su conexión con la comunidad y su agradecimiento por el cariño y la hospitalidad que ha recibido en Italia.
El encuentro entre Sylvester Stallone y el Papa Francisco dejó una huella imborrable en ambas partes y recordó la importancia del cine como una forma de conexión cultural y de expresión artística que trasciende las fronteras. Este inusual encuentro entre el cine y la religión también destacó la importancia de la unión familiar y el reconocimiento de las raíces como parte fundamental de la identidad de una persona.
