El cartagenero Salomón Bustamante, esposo de la actriz Laura de León, es conocido por su habitual buena disposición con la que vive, pero también, por su tenacidad para superar las adversidades que ha tenido que encarar. En su momento, Salomón comentó que antes de llegar a Muy Buenos Días del Canal RCN, fue mesero. Gracias a esa experiencia, aprendió el verdadero valor del servicio y su respeto hacia estas personas, está totalmente garantizado.
Él no pierde la oportunidad de demostrar sus dotes como gran bailarín y cada vez son más usuales los videos en los que exhibe esa cualidad. Tanto él como Laura, llevan la música en la sangre. Como dijo un seguidor en Instagram, “Ustedes siempre tienen una sonrisa y la mejor actitud para todo”.
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Justamente durante la semana pasada, Salomón subió un video a su perfil oficial en Instagram en el que se ve bailando un ritmo caribeño. Él, con desparpajo y buena actitud, bailó mientras sonreía. Se puede apreciar que el periodista y presentador disfruta del momento.
Todo parece indicar que esas imágenes perturbaron e incomodaron a varios internautas, quienes mandaron mensajes de crítica hacia Salomón.
“Deja de montar tanta cosa qué hay gente que le molesta”, “ Se supone que baila bien, ¿verdad?”, “Es cuestión de segundos para que pierda el ritmo, no coordina la masticada de chicle con una caminada”, fueron tan solo algunos comentarios negativos que recibió el presentador en su publicación.
Con dedicatoria para sus críticos
La mayoría de los comentarios fueron positivos y a Salomón lo felicitaron distintas personas, pero según expresó el cartagenero, “los mensajes negativos fueron muchísimos”
Esta semana ha sido un poco complicada ya que he recibido muchísimos mensajes negativos por mis gustos musicales, cosa que me puso a pensar muchísimo. Estaba pensando en lo egoístas que somos cuando no dejamos expresar a la otra persona. Esta semana estaba con mi esposa hablando y le comentaba si es bueno mostrar en redes sociales cosas positivas. Cosas que me pasen a mí. Tenía como un sentimiento de culpa, me estaba sintiendo mal. Me estaban pasando cosas bonitas a mí, pero a las personas no.
Miren hasta donde llegó todo esto. Me estaba sintiendo mal porque yo podía viajar, ir a un concierto, ir a un restaurante, pero sobre todo, me estaba sintiendo mal porque me sentía feliz . Yo decía, ¿es malo mostrar mi felicidad por acá? Ustedes no saben la cantidad de mensajes que recibí, no solo por Instagram, ni hablar por Facebook.
Pensé algo: Que se vayan y se coman un cerró de mond&%/$· . ¡Los quiero mucho!
