Antes de que el mundo conociera a Robert Downey Jr. como el icónico Tony Stark en Iron Man, el actor estuvo inmerso en un proyecto que pocos recuerdan: Superman - Flyby. Esta película, que nunca llegó a la pantalla grande, llevaba consigo el potencial de cambiar drásticamente la historia del cine de superhéroes.
Robert Downey Jr. y un camino inesperado
En un momento crucial, en 2001, el director Joseph McGinty Nichol, más conocido como McG, fue seleccionado para liderar el proyecto. Sin embargo, tras una serie de complicaciones, fue reemplazado por Brett Ratner en 2002. Ratner, enfrentándose a la tarea de seleccionar al actor adecuado para el rol de Lex Luthor, consideró nombres prominentes como Josh Hartnett y Jude Law. No obstante, estos actores declinaron la oferta debido a conflictos de agenda con proyectos futuros, dejando el papel principal sin un intérprete sólido.
El proyecto sufrió un golpe aún más duro cuando Brett Ratner abandonó la dirección en marzo de 2003, sumergiendo a Superman: Flyby en una incertidumbre creativa. En medio de esta turbulencia, Joseph McGinty Nichol regresó como director y, en una revelación sorprendente años después en una entrevista con Indiewire en 2012, confesó haber elegido a Robert Downey Jr. para interpretar a Lex Luthor.
Robert Downey Jr. y una elección acertada
La noticia sorprendió a muchos seguidores del género superheroico. Imaginar a Downey Jr., más tarde aclamado como Iron Man, como el antagonista principal en la saga de Superman, planteó una serie de especulaciones sobre cómo habría sido su enfoque del villano.
Sin embargo, a pesar de la anticipación y la elección de un elenco interesante, Superman: Flyby no logró despegar. Los constantes cambios creativos y la falta de estabilidad en la dirección llevaron al proyecto al olvido, convirtiéndolo en una curiosidad cinematográfica para los fanáticos.
Aunque el destino llevó a Downey Jr. hacia un camino diferente con Iron Man, la historia de su breve vinculación con Superman: Flyby sigue siendo un intrigante destino.