Este domingo 11 de febrero, Rigoberto Urán estuvo dialogando en exclusiva con la periodista Andrea Guerrero y, el relator deportivo, Mario Sábato, para Noticias RCN. En la entrevista fue inevitable hablar de su papá, don Rigo, y su muerte.
Rigoberto Urán fue ciclista por su papá, don Rigo
“Empecé a montar en el 2001, cuando mi papá me dijo”, así inició el relato de Rigoberto Urán sobre el papel tan importante que jugó don Rigo en su vida profesional y personal.
Con una honestidad conmovedora, admitió que no empezó a pedalear por gusto, sino más bien para complacer a su padre. Confesó que su verdadero sueño era ser futbolista, aunque pronto se dio cuenta de que no tenía mucho talento para ese deporte. También intentó incursionar en la natación y el atletismo, pero fue al embarcarse en el ciclismo cuando todo comenzó a encajar y los demás vieron su potencial.
Cuando su padre falleció, Rigoberto continuó con el ciclismo principalmente por necesidad económica. La presión de pagar las deudas de la casa y tener algo para comer lo llevaron a seguir adelante en este deporte que, para él, se había convertido en una oportunidad de sostenerse económicamente.
“… todo el mundo me empieza a apoyar porque era ciclista y supuestamente era muy bueno. A los dos años me empezaron a pagar, entonces yo fui ciclista porque me daban dinero. Yo no fui ciclista por gusto. No, claro es muy fuerte, es la realidad. Yo necesitaba comer, paga deudas y cómo lo hacía, montando bicicleta. Para mí era muy fácil. Siendo un niño ganaba más que los profesionales. Para mí montar bicicleta ha sido muy fácil. Lo sigo disfrutando, sólo que estos años no he tenido resultados”, fueron las palabras de Rigo.
También, confesó que gracias al ciclismo le arreglaron su casa en Urrao y empezó a ganar en euros, cuando inició las competencias en Europa.
Las promesas de Rigoberto Urán a su papá, don Rigo
En medio de su relato, Rigoberto Urán dejó claro que la partida de su padre no fue fácil y supuso un cambio radical en su vida, ya que de repente se vio obligado a asumir responsabilidades y trabajar. "Mi papá fallece un sábado, lo enterramos el domingo y el lunes comienzo a vender chances", reveló.
A pesar de los desafíos, Rigoberto cumplió con su compromiso de pagar la hipoteca al "viejo Evaristo", como solía llamarlo. Recordemos que recientemente reveló que la deuda inicial ascendía a dos millones de pesos, pero debido a los intereses terminó desembolsando nueve millones. Además, logró mejorar la calidad de vida de su madre y su hermana. Es feliz.
“Lo que hice, gané o perdí, era lo que tenía que pasar. Me siento orgulloso de lo que hice y siento que mi papá también debe estar orgulloso”, agregó.
Además, destacó la belleza de la telenovela producida por el Canal RCN, no solo como un retrato de su vida, sino también como una fuente de inspiración para los niños y jóvenes de Colombia. Insistió en que solo puede sentir gratitud hacia su padre y hacia el ciclismo por todo lo que han significado en su vida.
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