La reina Isabel II está cumpliendo 95 años de edad, pero a diferencia de las tradicionales celebraciones de ocasiones anteriores, esta vez el festejo se tuvo que aplazar, pues su cumpleaños llega casi dos semanas después del fallecimiento de su esposo Felipe.
Por eso la monarca aprovechó la ocasión para declararse "profundamente conmovida" por los mensajes recibidos tras la muerte de su esposo, cuyo funeral se llevó a cabo el fin de semana, y agradecer por los mensajes de fortaleza que ha recibido.
"He recibido, con motivo hoy de mi 95º cumpleaños, muchos mensajes de buenos deseos que agradezco, aunque como familia nos encontramos en un periodo de gran tristeza, ha sido un consuelo para todos nosotros ver y escuchar los homenajes rendidos a mi marido, tanto en el Reino Unido como en la Commonwealth y en todo el mundo", manifestó la reina Isabel II, en un comunicado difundido por el Palacio de Buckingham.
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Normalmente esta ocasión se celebra habitualmente de privada en el castillo de Windsor con la visita de miembros de la familia real y además de un desfile militar, disparos de salvas y la presentación de un nuevo retrato, pero los planes tuvieron que cambiar.
"La reina quiere aprovechar el buen tiempo para reunirse con los miembros de la familia y pasear a sus dos nuevos cachorros de corgi, Fergus y Muick. Tiene muchas ganas de ver a su familia, que ha sido un gran consuelo para ella”, aseguró una fuente cercana a la familia real real al diario Daily Mirror.
Con información de AFP.
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