El actor Sebastián Caicedo y su actual pareja Juliana Diez visitaron el set de Buen Día Colombia para revelar detalles de su relación y para enviarle un mensaje de amor a los televidentes e internautas que, durante meses, han tenido una versión errada sobre su unión.
El también presentador inició contando que en un camino de buscar a Dios y reparar su camino, se encontró con una mujer maravillosa que llegó para acompañarlo y guiarlo en este proceso, donde ambos estaban sanando sus respectivas rupturas amorosas, pero ambos desde posturas muy diferentes.
Juliana Diez habría juzgado mal la relación de Sebastián y Carmen Villalobos
Aunque ahora los dos gozan de una estable relación, donde aseguran tener el amor de Dios como cimiento, el comienzo de esta, no fue color de rosa como muchos imaginan. De hecho, Juliana tenía juicios equivocados sobre él y lo que fue su ruptura con la guapa actriz Carmen Villalobos, con quien tuvo una relación por más de 12 años y con quien había llevado su amor al altar.
Según lo revelaron, Juliana pensó que las razones del divorcio de Sebastián con Villalobos eran por causas de infidelidad de su parte y, por ende, aunque una amiga le hizo señas frente a lo guapo que era Caicedo, ella desvío su mirada, porque pensaba que tras él podía haber un hombre que le había causado un gran daño a su exesposa.
“Después de juzgar, Dios le dice “tienes que llamarlo para que te ayude a promocionar tu movimiento”, entonces cuando me llama se encuentra un hombre diferente al que había creído y juzgado”, expresó Caicedo.
Juliana Diez reveló que pasó de criticarlo a enamorarse de él
Juliana estaba atravesando por una separación y, por ende, tenía secuelas de su proceso que tal vez quiso proyectar en el actor, sin embargo, al identificar que las razones eran distintas, buscó la manera de acercarse y empatizar con su separación porque sabía que no era un momento fácil en la vida de nadie.
Desde allí, ambos fueron acercándose y fortaleciendo su vínculo, al punto de enamorarse y ver en el otro, la materialización del plan que Dios tenía para sus vidas.