Dedicando tiempo de calidad con su familia, la también arquitecta María Alejandra Manotas ha estado al pendiente de sus negocios, asimismo, de sus tres hijos. Recordemos que estos son fruto de su relación con el humorista Alejandro Riaño.
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La dueña de la marca de productos para el cabello ‘Every Day Love’, estuvo el fin de semana pasado en la casa donde creció, en el municipio de Palmira, Valle. Allí, la influencer generó nostalgia dentro de sus seguidores al mostrar a detalle cómo vivía en aquellas épocas.
Pero, la dulzura no paró ahí. Hace algunas horas, la creadora de contenido subió algunas fotografías de sus dos mellizos: Antonio y Agustín, en la cual se dejaron ver con unas tiernas pijamas de peluche con motivo de muñecos animados.
Los hombres de mi vida, escribió la joven, adjunto de las enternecedoras fotos.
Dentro de los comentarios que dejaron algunos de sus más de 500 mil seguidores en Instagram, se destacan:
Lo más lindo de tu vida, definitivamente Dios presente en tu vida y en tus tres angelitos, estos bebés me arrugan el corazón con tantas alegrías.
Cabe resaltar que Mari es madre de tres hijos: Antonio y Agustín (quienes son los más pequeños), y Matilde, la mayor de los tres retoños.
Hace un par de meses, la empresaria estuvo en el ojo del huracán, teniendo en cuenta que anunció la separación con Alejandro Riaño, con quien se casó hace un par de años. Además, con este comparte el amor de sus tres pequeños.
El amor que nos tenemos está en nuestros tres hijos a los que siempre vamos a cuidar y amar. Solamente entendimos que estábamos en caminos distintos y siempre vamos a apoyarnos y acompañarnos como padres y amigos. Con amor les pedimos mucha prudencia y respeto frente a esta decisión, escribió la emprendedora hace un par de meses.
La caleña en la actualidad se dedica a expandir su negocio de productos capilares, el cual tuvo presencia en la popular ‘Feria Eva’, en el Parque de la 93 de Bogotá.
Incluso, dentro de este evento, la bella mujer llevó a sus ‘bebés’, donde posaron frente al stand donde se localizaba el negocio.
Antes del divorcio, Riaño afirmó que había “cerrado el chorro” para no tener más hijos.