El creador de contenido audiovisual Mauricio Gómez, mejor conocido en redes sociales como ‘La Liendra’ se encuentra por estos días compartiendo tiempo en familia en su natal ciudad Pereira luego de unas lujosas vacaciones por Europa en las que estuvo acompañado de su novia, la también influenciadora Dani Duke, y varios de sus amigos más cercanos.
Te puede interesar: La Liendra lució la pinta que compró de 33 mil pesos en el mercado de las pulgas
Por esta razón ha estado creando contenido con sus amigos de infancia en las calles de su viejo vecindario. Uno de los más llamativos hasta el momento, ha sido en el que el creador de contenido se le mide a armar una pinta que inicialmente había estipulado en 20 mil pesos y que terminó costando 33 mil.
Si bien luego de hacer la compra no reveló cómo quedó, decidió mostrar el resultado por medio de su cuenta alterna de Instagram, donde tiene más de un millón de seguidores, la cual utilizó constantemente después del cierre que tuvo en su cuenta principal. Allí se llevó varios elogios por parte de los internautas, quienes aseguraron que se veía mejor así que con sus costosas prendas.
Ahora, el influenciador sorprendió a sus seguidores al realizar una nueva dinámica por medio de sus redes sociales en donde activó la herramienta de preguntas y respuestas que ofrece Instagram con un enfoque totalmente diferente, pues en esta ocasión su madre sería quien contestaría las preguntas.
UN IMPACTANTE RELATO POR PARTE DE LA MADRE DE LA LIENDRA
La primera pregunta que la mujer quiso responder estuvo relacionada a una anécdota de su vida que ella recordara en la actualidad. Ante esto, La Liendra manifestó que había una bastante fuerte ya que su madre pudo haber perdido la vida cuando apenas tenía siete años de edad.
“Ay, quieren que les cuente una historia de mi mamá, madrecita ¿Qué le pasó a usted en la cara?”, le pregunta el instagramer a la mujer quien procede a contar el relato.
Según manifiesta la madre del influenciador cuando apenas tenía siete añitos recibió un disparo en el rostro con una escopeta mientras jugaba con unos amiguitos a los pistoleros. Y es que, aunque al principio estaban jugando con armas imaginarias, uno de los pequeños tomó un arma que había en si casa para que el juego fuera más realista.
“Cuando yo tenía siete años me pegaron un disparo con una escopeta. Mi mamá estaba trabajando y yo les dije, vámonos a jugar con los amigos a los pistoleros en la casa de una amiga. Me llamó, yo me fui, y dijo: ¿Vamos a jugar pistoleros? Ah sí, pero que usted me mataba primero. Yo tenía un palito, y todos teníamos palos, pero el otro dijo: yo tengo una escopeta que mi papá tiene y yo le dije: Ah, entonces vaya y sáquela y fue y la sacó”, relató la mujer, quien aseguró haber sentido un pitido en su oreja cuando recibió el impacto de bala.