El creador de contenido paisa Jhoan López y su esposa, la también influenciadora Cintia Cossio, ganaron gran popularidad por medio de las redes sociales al participar en las pesadas bromas que hacía Yeferson Cossio. Popularidad que aprovecharon para ayudar a los más necesitados, pues vale la pena destacar que a raíz de los ingresos generados por medio de estas entregas digitales los instagramers han aprovechado para realizar diversas obras benéficas.
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Ahora, en plena época decembrina, Jhoan y Cintia quisieron alegrar el día a las primeras dos personas que se encontraran en las calles trabajando, por medio de dos dinámicas en las que sí o sí iban a resultar con una inesperada recompensa.
Cabe destacar que el creador de contenido había planeado contribuir a una sola persona, pero finalmente optó por dividir el dinero en dos partes para que fueran dos los afortunados.
De esta manera, a través de las historias de su cuenta oficial de Instagram, en donde acumula más de tres millones de seguidores, el influenciador explicó cómo iba a ser esta dinámica en la que dos personas ganarían ochocientos mil pesos.
“Cintia y yo ya salimos a entregar la plata. Dije que iba entregar a una persona millón seiscientos, pero mejor voy a entregar dos de ochocientos mil pesos para que dos personas se vayan hoy muy, muy feliz para la casa”, explicó Jhoan López mientras Cintia lo grababa.
Jhoan López gastó dineral en dos aguacates
La primera persona a la que el influenciador abordó fue a un joven que se encontraba vendiendo dulces en un semáforo. Allí aprovechó para llamarlo hacia su carro y explicarle que estaba regalando dinero a las personas que respondieran bien una pregunta sobre futbol.
Al escucharlo, el joven aceptó y aunque no respondió correctamente, Jhoan y Cintia le hicieron creer que sí y le regalaron los primeros ochocientos mil. Sin embargo, el que más llamó la atención fue el segundo, quien se encontraba vendiendo aguacates en la calle.
“¿A cómo los aguacates? (VENDEDOR: Tengo por aquí de siete quinientos, de nueve y de doce quinientos) ¿Y no me deja dos en ochocientos mil? (VENDEDOR: No, le dejo hasta, tres, hasta diez…)”, responde el joven a la tentadora oferta del influenciador.