El protagonista de icónicos filmes de los 90 como La Momia y George de La Selva, regresó a las grandes ligas tras recibir el premio como "Mejor Actor" en los Critics Choice Awards, los galardones que entrega el sindicato de críticos de Hollywood. Tras casi 12 años fuera de grandes papeles, Fraser conmovió por su discurso a propósito del papel que encarnó en la película "La Ballena".
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"Yo estaba en el desierto. Y probablemente debí dejar un rastro de migas. Pero tú me encontraste", le dijo al director del filme Darren Aronofsky, quien le dio una segunda oportunidad a este actor, quien se retiró del foco público por un largo rato. ¿La razón? Dificultades de salud que le causaron el exceso de grabaciones y los cambios físicos que le conllevaron.
Hoy, a sus 52 años, el actor regresa con un importante galardón por interpretar el papel de un hombre mórbidamente obeso y deprimido, que narra la lucha que viven miles de personas que están luchando en contra del sobrepeso. De hecho, uno de los puntos que más llamó la atención durante su discurso tuvo relación con las palabras que dedicó a dicha población:
"Si tú -un tipo como Charlie, al que interpreté en la película, sufres de alguna manera con la obesidad, o simplemente sientes que estás en un mar oscuro, quiero que sepas que si tú también puedes tener la fuerza para pararte e ir hacia la luz, buenas cosas te pasarán", dijo Fraser. Acto seguido: el público se levantó y lo ovacionó de pie. No solo por el poderoso mensaje, sino por la historia misma del actor, quien es ejemplo de superación y renacimiento.
¿Qué pasó con Brendan Fraser?
Tras su arrasador éxito, el actor pasó un sombrío momento: lo primero fueron sus múltiples problemas de salud, producto de las jornadas de grabación y las precarias condiciones a las que se sometió para mantenerse en firme. Con el tiempo, el actor desarrolló problemas de columna, cuerdas vocales y múltiples operaciones que lo alejaron inexorablemente de las cámaras.
Luego, estalló el escándalo del abuso que sufrió en 2003 por parte del periodista Philip Berk. Este le tocó sin su consentimiento durante una reunión de los mismos dueños de los Globo de Oro. Años más adelante, la copa que derramaría el vaso sería el mediático divorcio que enfrentó Fraser, y por el cual se terminó de hundir en la depresión.
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Hoy, el actor renace entre las cenizas como el ave Fénix y ofrece un mensaje de esperanza a todos quienes se sienten atrapados en un agujero oscuro, pero tienen por delante ganas de avanzar.
