Desde hace varios meses los seguidores de Britney Spears han hecho parte de la campaña viral “#FreeBritney”, en la que piden la libertad de la princesita del pop y ahora esta iniciativa está dando mucho de qué hablar tras la revelación de un nuevo documental.
Todo inició con el acuerdo legal que prohíbe a Britney Spears gestionar su propia vida y sus finanzas que se realizó hace 12 años cuando un tribunal de California la puso bajo una tutela legal manejada desde entonces en mayor parte por su papá, Jamie.
Desde ese 2008, cuando Britney Spears tuvo varios colapsos emocionales, la cantante de 39 años, debe ser autorizada por su papá para manejar sus asuntos personales y profesionales y hoy la controversia vuelve por el documental “Framing Britney Spears" que salió a la luz esta semana en una plataforma digital.
El documental de FX y The New York Times se sumerge en la leyenda popular sobre Spears, quien saltó a la fama mundial cuando era adolescente encadenando éxitos, incluido "Baby One More Time", antes de que un dramático traspiés desatara el apetito caníbal de los paparazzi.
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“Framing Britney Spears" sugiere que la que fuera la superestrella del pop mundial fue manipulada y llevada a la ruina emocional por un entorno mediático insaciable, en el que sus imágenes se vendieron por más de un millón de dólares.
La cinta enfatiza el papel de la prensa del corazón y las celebridades de principios de la década de 2000 en el desmoronamiento de Spears, mostrando cómo fue un objetivo mediático perseguido sin pausa.
Durante su colapso mental que siguió a su divorcio de 2006 y la batalla por la custodia de sus hijos, Spears fue fotografiada en estaciones de servicio descalza o conduciendo con un hijo en su regazo y en otra escena, toma un paraguas y comienza a golpear el vehículo de un paparazzi, una imagen que se volvió icónica.
Por eso, “Framing Britney Spears" nuevamente impulsó el movimiento #FreeBritney (Liberen a Britney), que ganó fuerza en el 2020 cuando la cantante presionó en la corte para sacar a su padre del rol de tutor.
Dicho movimiento es impulsado por miles de fervientes fanáticos que creen que Britney es una rehén y aseguran que la estrella pide ayuda con mensajes codificados, emoticones e incluso el color de su ropa en su excéntrica en su cuenta oficial de Instagram.
Con información de AFP.
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