Aunque parezca una vacante laboral ficticia y digna de sospechas, en realidad se trata de lo que estaría dispuesto a pagar el astro del fútbol a quien se le mida a ser el chef privado de su familia. A sus 37 años, Cristiano Ronaldo no solo es uno de los deportistas más importantes del mundo, sino al parecer, uno de los mejores empleadores que existen en materia gastronómica.
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Según información del diario 'Correio da Manha', el futbolista ya contrató a todo el personal que trabajará con él, excepto al experto en la cocina. ¿La razón? Pese a que el salario que está dispuesto a pagar es bastante atractivo, todo indica a que son las exigencias de Ronaldo las que están volviendo difícil la contratación. Según el mismo medio, entre los requisitos que pone el siete de la selección de fútbol de Portugal para el futuro chef están habilidades en comida local, pescados y mariscos.
El chef deberá cocinar todos los días para el astro portugués, Georgina Rodríguez y sus cinco hijos: Cristiano Jr., Alana, Eva, Mateo y Bella Esmeralda. Por eso, quien acepte el trabajo percibirá un sueldo mensual aproximadamente de 5,500 dólares.
Cristiano Ronaldo y Georgina Rodríguez
La pareja se conoció cuando ella apenas tenía 22 años y hacía labores de vendedora en Gucci. Tras emigrar de su natal Argentina hacia España en aras de un futuro mejor, la mujer conoció en una tienda a Cristiano Ronaldo, quien en ese momento ya era una reconocida figura del fútbol internacional.
"Fue un jueves de verano. Trabajaba en Gucci, me tocaba salir a las 5 y me llamó un compañero para que me quedara media hora más para atender a una clienta. Cuando estaba saliendo de la tienda apareció un hombre guapísimo de casi dos metros acompañado de un niño y de un grupo de amigos. Guapísimo. Pensé: ¿Qué me pasa? No quería ni mirarle, tenía mucha vergüenza", reveló Georgina durante un aentrevista.
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La historia se cuenta sola: después del encuentro, la pareja empezó a salir hasta convertirse en una de las uniones más poderosas del mundo del entretenimiento. Hoy, a los 28 años de ella y los 37 de él, la pareja respira amor y sigue acumulando un cuantioso capital económico, que les permite lujos como, por ejemplo, un chef privado (una posición que por lo visto sigue vacante).
