La influenciadora Cintia Cossio se sinceró con sus fanáticos sobre lo difícil que su niñez tras no contar con las comodidades de las que hoy disfruta.
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Tras el lanzamiento de su libro “Método Cintia”, la joven habló abiertamente de cómo vivió sus primeros años de vida.
Cintia contó cómo era la relación con su familia
“Nací en el Popular 1, un barrio de Medellín, Colombia (…) Como muchas personas, tuve una infancia con dificultades… Crecimos con muchas carencias económicas y sobre todo con falta de atención.
Mis papás siempre estaban trabajando y aunque ellos no vivían juntos yo siempre los veía peleando, no había una verdadera unión familiar. Cuando era niña no tenía buena relación con ellos porque no era consciente de muchas cosas, pero a medida que fui creciendo empecé a madurar y mi relación con ellos se fortaleció mucho. No tengo heridas hacia ninguno porque entendí que esa falta de atención se debía a las circunstancias que vivíamos en ese momento.
Actualmente tengo una buena relación con mi mamá, hasta puedo decir que yo parezco la mamá jaja. Le doy consejos y siempre estoy súper pendiente de ella.
Mi papá murió hace varios años, pero nuestra relación mejoró muchísimo sus últimos años de vida, me pedía consejos, me respetaba y siempre que tenía que tomar decisiones importantes me preguntaba a mi primero. Y bueno mi relación con Yeferson es muy linda, porque desde pequeños tenemos una amistad y una complicidad increíble. Él es cómo mi papá y yo como su mamá”, confesó.
Destacó que, con su hermano, el también creador de contenido Yeferson Cossio eran demasiado inquietos y desde siempre hacían bromas, razón por la que lograron viralizarse en redes sociales y tener gran éxito.
Asimismo, señaló que con su hermana Gisela no tenía una muy buena relación, pero ahora se la llevan muy bien.
“La verdad siempre fuimos demasiado inquietos desde pequeños… Me acuerdo que mi mamá siempre que llegaba del trabajo nos pegaba por la cantidad de daños y travesuras que hacíamos jajaja.
Una vez tumbamos la puerta de la casa jajaja. Éramos demasiado necios, no sé si era para llamar la atención o porque simplemente nacimos con ese diablillo interno.
Con mi hermana menor (Gisela) cuando estábamos pequeñas peleábamos mucho, ella era muy fastidiosa y yo también (además yo solo tenía ojos para Yef jajaja), pero eso son cosas de niños y ahora nos llevamos súper bien”, contó.