Hace poco más de siete meses Andreina Fiallo volvió a vivir la experiencia de vivir la llegada de un nuevo miembro en su familia, su hijo Ían.
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Y desde entonces su vida se ha dejado ver muy feliz en compañía de sus hijos, porque junto a los tres comparte esta nueva faceta para ella, que no había pasado, sino que ya sus hijos están más grandes y tener un bebé en su casa es empezar de nuevo.
Por eso, en ese nuevo rol en el que está la empresaria ha dejado a más de uno motivado, sobre todo a las madres que la ven como un ejemplo de vida, y también como un ejemplo de mujer, ya que muchas veces se ha mostrado incluso en esa realidad de ser mamá, y al mismo tiempo atender varias actividades de su hogar.
En una de las fotografías que decidió compartir en redes sociales, en su cuenta de Instagram, la empresaria Andreina Fiallo se mostró haciendo el desayuno de sus hijos, pero de una forma muy original. y es que contó que el pequeño Ían no quería esperar por su comida, quería ver cómo la mamá lograba ese gran sabor y por eso quiso estar con ella, así que Andreina se lo colgó en un canguro y lo acompañó en sus labores. Más feliz no podía estar.
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En la imagen se ve además al pequeño siendo muy feliz en el abrigo de su mamá, y con comida en mano, porque ya estaba lista la comida y su felicidad era más que evidente.
Una mamá a prueba de todo
Luego de salir de tener a su hijo, Andreina Fiallo recibió cientos de mensajes para saber cómo la había pasado, si había sido difícil, y al muy poco tiempo hubo personas que no dudaron en dejarle saber que debía atenderse, que debía mejorar su apariencia y que no se veía bien físicamente.
Todo esto hizo que ella no perdiera la oportunidad para dejarle saber a muchos que tener un bebé no es tarea fácil y que ella ha puesto todo de su parte para lograrlo de la mejor manera, y que más allá de cómo se vea o luzca, ella siempre ha puesto a sus hijos en el primer lugar y que sabe que todo siempre es pasajero y que claramente habrá mejores días que otros y que solo quien es madre podría entenderla.
“Relación sin humildad es la crónica de una muerte anunciada”: Javier Reina
