Parece que la vida le está intentando decir a Sebastián (Guy Ecker) que no le tiene preparado nada bueno, ya que lo ha golpeado más de una vez durante los últimos tiempos.
Primero, por su separación con Lucía (Alejandra Borrero), tras la infidelidad de esta con Miguel Tejeiros, el esposo de Paula Vallejo. Asimismo, Sebastián se enteró de que su hijo Ricardo no era de él.
Ahora, a Sebastián le toca asumir un nuevo reto, pues según las declaraciones de Iván, tanto él como Carolina Olivares eran los responsables de que hayan encontrado exportaciones ficticias en la compañía familiar. Lo que sucede es que el hombre es responsable de todo, pero como se dice coloquialmente: "se lavó las manos" para culpar a los demás.
La decisión de Sebastián
Tras hablar seriamente con su fiel amigo, el doctor Latorre, Sebastián concluyó en que lo mejor para todos es que él se declare culpable (así no lo sea), para que Gaviota esté tranquila, y se pueda ir a Londres a cumplir sus sueños.
Además, una de las escenas que más conmovió en este capítulo fue la despedida entre Sebastián y Gaviota, en medio de furias, decepciones y tristeza; especialmente por parte del empresario, quien al ver que la mujer que ama se iba para siempre, sin su compañía.
Sebastián lo "confesó todo"
Con lágrimas en sus ojos, Sebastián acudió finalmente a la Fiscalía para decir lo siguiente:
Lo que hice fue apropiarme de los excedentes de café para negociarlos. En esa época necesitaba refinanciar mi negocio de café gourmet, y lo hice a costas de la hacienda, más concretamente a las de Iván. Y luego yo reponía esos excedentes son cafés de inferior calidad, y así Iván jamás se enteró de lo que estaba pasando.
Lo más probable es que Sebastián termine en la cárcel, ya que prácticamente libró a su primo de toda culpa posible.