Sara Uribe, presentadora colombiana y exparticipante del reality de Canal RCN Survivor, la isla de los famosos se sinceró ante los micrófonos de nuestro podcast que lleva por nombre El día después con… en el que el deportista y presentador Tatán Mejía en compañía de Juan Pablo Gaviria, productor del programa, charlan con los participantes que son eliminados de la competencia.
La hermosa mujer confesó públicamente que vio en Survivor, la isla de los famosos una oportunidad para lograr un reconocimiento a nivel nacional, ya que desde hace muchos años no participaba en programas de televisión.
Además de esto, habló sobre su experiencia dentro del reality en donde destacó el haber sentido protegida por primera vez en su vida, ya que desde los 13 años trabaja, y en el campamento, sintió que sus compañeras de la tribu de las Amazonas se preocuparon lo suficiente por ella a tal punto de sentirse abrigada.
Sara Uribe se sinceró con respecto a la razón por la que aceptó participar en Survivor, la isla
La hermosa mujer manifestó que vio en Survivor, la isla de los famosos la oportunidad de volver a estar en la pantalla chica, pues aunque el ejercer como presentadora era una de sus más grandes pasiones, abandonó este sueño hace diez años por vivir el amor.
“Desde que me propusieron estar en la Isla de los famosos, yo quería estar unos días, ¿Por qué? Porque tengo que ser sincera, yo lo busqué como una oportunidad de reconocimiento, ¿Cierto? Porque hace diez años que yo no estoy en la televisión como tal. Yo me retiré porque yo dejé una carrera que yo amaba con muchísima pasión y la amo absurdamente, pero yo le di prioridad al amor, entonces yo renuncié a mi pasión por vivir el amor”.
Sara Uribe comparó su infancia con su experiencia en Survivor, la isla
La hermosa mujer destacó que desde muy temprana edad tuvo que empezar a trabajar y que esta experiencia la forjó como una mujer fuerte que no le teme a enfrentarse a situaciones complicadas. De hecho, durante su paso por Survivor, la isla revivió varias experiencias de su infancia en las que debía encender el ‘fogón’ con leña o rebuscar su propia comida.