Eduardo y Florencia crecieron juntos; sin embargo, sus mundos estuvieron separados por las clases sociales, pues los Lagos nunca hubieran permitido que un niño como Eduardo pretendiera el amor de esta hermosa niña.
Pero como en el corazón nadie manda, en el de Eduardo y Florencia sí que mucho menos, pues estos niños siempre buscaron la forma de amarse y entra tanta ingenuidad vivir un amor puro y que, según ellos, sería para toda la vida.
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Por su parte, y aprovechando que Florencia hizo la primera comunión, Eduardo le entregó un detalle muy especial, se trató de una cadena con un corazón con la palabra fe; no obstante, él lo hizo por las iniciales de sus nombres.
Florencia quedó encantada con este regalo, y prometió usarlo siempre; sin embargo, Paulina notó que la niña estaba escondida con Eduardo, y decidió buscarla. Justo en el momento que llegó vio a Florencia y Eduardo dándose un pico, situación que por supuesto no pasó por alto.
Esta escena fue determinante para que los Lagos y María (Carmenza Gómez) tomaran la decisión de alejarlos, pues según esta prestigiosa familia, Eduardo no podía estar cerca de una niña como Florencia, así que lo mandaron lejos para que se olvidara de ella.
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