La familia Díaz, en especial Leandro junto a uno de sus hermanos menores, cada vez se encontrarán en mayor peligro, pues los pequeños durarán tres días sobreviviendo solos, mientras su familia, Nacha, Onofre y Tomasa estarán cosechando café como parte de un negocio para así obtener el lote donde cultivarían lo que sería el sustento de la familia.
Sin embargo, los Díaz no se imaginarán pasar por tan frustrante situación, ya que una fuerte tormenta arrasará con el cultivo de café y además destruirá su casa.
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Pero, para Nacha lo más desconsolador será cuando llegue a su hacienda y la encuentre totalmente derribada y, además, se dará cuenta de que sus hijos no estarán dentro de ella.
Nacha amenazará a Onofre y le advertirá sobre lo que pasará si sus hijos no aparecen
Desesperada y empapada en llanto, Nacha gritará al no ver a sus hijos en la casa, por eso y junto a toda la familia se pondrán a buscarlos, pero una clara pista les indicará sobre dónde podrían estar, pues encontrarán el sombrero de Leandro en el río, y aquí se darán cuenta que la situación puede ser peor de lo que imaginaban.
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Nacha estará muy molesta y se enfrentará a su mayor rival, su esposo Onofre, a quien le asegurará que las consecuencias, si no aparecen sus hijos, podrían ser muy graves.
Sin embargo, Onofre no se quedará callado y le reprochará a Nacha de que todo lo que está pasando es por culpa de ella y que él no se hará cargo de nada en absoluto.
Además, el futuro de los pequeños será incierto, pues a ambos se los llevará la corriente del río.
