“La muerte también trae vida”, esta frase de Claudia Bahamón suena ilógica y hasta sin sentido, porque pensar en la muerte y la vida al mismo tiempo, en la alegría que esto implica y en la tristeza eterna que la otra deja. No, no tiene sentido.
Pero pasa. Sí, y fue ella quien le abrió la puerta al reto que de entrada se veía incierto, sobre todo porque en la caja misteriosa no había nada para cocinar, pero al mismo tiempo ver vacía la caja los llevó a contar esos vacíos que no los han dejado ser felices, quizás, en una parte de sus vidas.
Claudia Bahamón quiso hasta dar ejemplos reales, en primera persona. Sí, habló de la tragedia que vivió a sus 15 años, cuando estaba a punto de celebrar y quien era su novio en ese momento, falleció. Pero a esto le sumó que el día que estaba teniendo a su primer hijo, se enteró que su primera había fallecido.
El jurado de Masterchef Celebrity reveló sus vacíos
Y vale la pena destacar que siempre que puede dejar ver en redes ese amor inmenso e intacto que siente por su padre, quien falleció de manera inesperada pero que le ha dejado los más hermosos recuerdos.
Claudia Bahamón quiso hablar de esos vacíos, pero también quiso conocer esos vacíos que a los participantes les ha dejado la vida, y luego de que todos hablaron, Juan Pablo Barragán quiso saber si los chefs también tenían vacíos y la respuesta dejó sin palabras y generó mucha empatía por ellos.
El primero en hablar fue el reconocido chef Jorge Rausch, quien quiso mostrar que existen esos momentos en los que no se tienen vacíos, pero sí se generan a otros, y puso a sus hijas como ejemplo. Y es que él, quien se divorció, quiso revelar detalles importantes de cómo se ve ese momento.
Las historias del jurado impresionaron a los televidentes
Jorge Rausch contó que, por tener exceso de trabajo, dejó a un lado a sus hijas y eso le generó a ellas muchas ausencias, y quizás esto formó parte también de su divorcio. “Yo sin duda le cocinaría a mis hijas”, dijo el chef con un tono muy conmovido.
Le siguió Nicolás de Zubiría quien decidió revelar una herida que aún mantiene intacta, la muerte de su hermana. Quien decidió “tomarse su vida”, como lo dijo el chef pues tenía problemas psiquiátricos. Pero él era a penas un joven de 19 años, con sus situaciones de la edad también y eso lo llevó a no comprender muchas cosas. “Le cocinaría a mi hermana y le pediría perdón”.
El cierra lo tuvo Chris Carpentier, quien sin poder controlar el llanto dejó saber que se cocinaría a él mismo, “me felicitaría, me perdonaría”, en un tono con mucho dolor, porque admitió que le ha tocado muchas veces disfrazar la tristeza con alegría.