Con pocas expectativas y atormentado por la situación de su hijo, Onofre tendrá una oportunidad para cambiar su pensamiento acerca de Leandro, pues la tía Eródita lo logrará convencer de buscar un médico especialista en el tema de la visión, para poder encontrar una posible solución de la ceguera del pequeño.
Además, la guacharaca y la música son la combinación perfecta en la vida de Leandro para que él pueda ver la vida de otra manera, pero eso no será suficiente para él, pues lo único que buscará será encontrar la manera de ser amado por Onofre, su padre.
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Tras la llegada de la hija de Nacha a la casa de los Díaz, la situación empezará a ponerse un poco densa, ya que Onofre comenzará a mirar a la joven de una manera indebida, a lo que Nacha enfurecida y sin pensarlo, reaccionará advirtiéndole que ‘ni se le ocurra meterse con su hija’.
La hija de Nacha le confesará la verdad a su mamá
Luego de la salida del río de la familia Díaz, el comportamiento de Onofre hacia la hija de Nacha será coqueto e inapropiado, y eso traerá consigo más problemas para Nacha, quien como se sabe a tenido que aguatar todos los problemas, agresiones y humillaciones por parte de su marido solo por querer mantener a su familia. Pero la confesión que la hija le hará a Nacha la dejará sorprendida y decepcionada.
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Además, Onofre tendría una oportunidad para cambiar su perspectiva acerca de la situación que vive su hijo, pero su preocupación será siempre el hecho de no tener el dinero suficiente para poder dar con la solución a la ceguera de su primogénito.
Por su parte, el pequeño Leandro no se quedará atrás y día tras día seguirá encantando los corazones de todos a su alrededor con su música, su sonrisa y su manera de ver la vida a través de los ojos del alma.
