Leandro Díaz (Abel Villa) mostró su gusto por la música desde muy niño y a su vida llegó alguien que le ayudó a explorar el talento innato que tenía para este arte.
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En su niñez recibió la visita de su abuelo materno José Luis (Marciano Martínez), quien tocaba el acordeón y fue con quien formó una gran conexión musical.
De hecho, uno de sus primeros regalos fue una guacharaca y debido a su profesión no había podido visitarlo antes.
Los padres de Leandro Díaz, Onofre Duarte (Diego Vásquez) y María Ignacia Díaz (Viña Machado), y su hermano Arturo, salen al escuchar el acordeón de José Luis y se dan cuenta que está acompañado por Leandro.
Este comienza a cantar y muestra a todos la sorprendente voz que tiene.
Su mamá se emociona y lo aplaude señalándole lo asombrada que está de él, pues no sabía que cantaba tan bien.
Su hermano también lo felicita y le asegura que será músico como su abuelo.
Leandro le pregunta a su papá si le gustó, pero este lo avade y le dice a Arturo que se vayan para el cultivo y que no sigan perdiendo el tiempo ahí.
Posteriormente le enseña cómo trabajar y Arturo le pregunta a su papá qué opina de Leandro, pues fue él único que no dijo nada y este le hace saber que Leandro nunca podrá ser y hacer cosas como ellos.
“La música no sirve pa’ nada. Un hombre se forma trabajando en la tierra como nosotros y no cantándole a unos borrachos por ahí por centavos”, le dice.
Ante la insistencia del niño de que Leandro puede hacer cosas, Onofre le deja un mensaje para toda su vida.
“Leandro es un inútil, él no sirve pa’ nada, él es la vergüenza de la familia y él nunca va a llegar a ninguna parte, metete eso en la cabeza”, le comenta.
Mientras tanto, Leandro tiene más tiempo que compartir con su abuelo y este le deja tocar su acordeón y le da algunas clases.