La vida de Gaviota (Margarita Rosa de Francisco) se torna complicada, ya que además de ser una exitosa empresaria en la actualidad, tendrá que lidiar con asuntos personales que se relacionan directamente con su trabajo.
Una tentadora oferta
Hace algunos días, ocurrió un suceso inusual durante el homenaje realizado hacia don Octavio Vallejo, porque Gaviota jaló del cabello a Lucrecia en el baño, teniendo en cuenta los chismes, rumores y desprestigio que la mujer ha difundido a través del gremio cafetero sobre la exrecolectora.
Esto no le gustó al doctor Avellaneda, quien ve que tal comportamiento no es bien visto en una mujer tan importante como Gaviota.
Por esto, le dice a Mauricio Salinas que le colabore con un asunto, y así, poner a Carolina Olivares en su lugar.
La ida a Londres
Salinas cita de manera casual a Gaviota para decirle lo que tiene en mente: que en lugar de renunciar a la asociación por lo cometido, se traslade a Londres.
La noticia le cayó a Gaviota como un: "balde de agua fría", pues le parece importante vivir en una ciudad tan reconocida. Asimismo, su jefe aprovechó el momento para decirle cómo estaba su situación sentimental, pues no quería que estuviera triste.
Me parece que está muy de "sopetón" la propuesta. Y acuérdese que yo tengo mamá, pero yo tendría que consultarlo con ella. Además, doctor, usted sabe que Londres no me trae buenos recuerdos.
Salinas le recordó que lo mejor era que se fuera de Colombia, pues debido a los problemas que le han causado las Vallejo, su reputación e imagen se han visto afectadas. Qué mejor que hacer un nuevo comienzo, en otro país, donde nadie la conoce a ella y a su mamá.
No es un secreto que Gaviota lo pensará más de dos veces en irse, ya que no quiere dejar solo a Sebastián (Guy Ecker), con su nueva conquista: la doctora Daniela.