En el rincón mágico de Antioquia, María Fernanda Yepes, la conocida actriz y reciente eliminada de MasterChef Celebrity, celebró su boda en una ceremonia que desafió todas las expectativas.
¿Cómo fue la boda de María Fernanda Yepes?
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Alejada de los reflectores y del bullicio habitual de las celebraciones de alto perfil, Yepes y su ahora esposo, Nicolás Rodríguez, arquitecto y economista argentino, optaron por una boda sorprendentemente secreta y emotiva en el Cerro Tusa, un lugar de profunda conexión personal para la actriz.
La historia de amor de María Fernanda Yepes con Nicolás Rodríguez comenzó en una reserva natural en México, llamada Siam Ka’an, cerca de Tulum. En ese paradisíaco entorno, la actriz encontró lo que describe como su alma gemela. “Cuando llegué ahí estaba él”, relató Yepes a la Revista 15 minutos.
Aquel encuentro, descrito como una conexión instantánea y mágica, llevó a la pareja a comprometerse ese mismo día. “Simplemente, me transmitió calma, algo que venía tratando de encontrar”, recordó Yepes, destacando cómo el encuentro marcó el inicio de una nueva etapa en su vida.
Después de un año y medio de compromiso, María Fernanda y Nicolás decidieron dar el siguiente paso: casarse en una celebración enigmática. La boda se llevó a cabo en medio de las majestuosas montañas del Cerro Tusa en Venecia, Antioquia, un lugar sagrado para Yepes desde su infancia.
“Desde que era niña visitaba este lugar. Hoy elevo mi voz en las redes sociales para defender la protección de estas riquezas naturales”.
María Fernanda Yepes, una boda fuera de lo común
Los invitados, entre los cuales se encontraban seis amigos cercanos y familiares, fueron llevados a bordo de carritos “tuk-tuk” a un destino desconocido, sin detalles previos de la ceremonia.
Para mantener la sorpresa y la privacidad, Nicolás había “secuestrado” los celulares de todos, asegurando que los asistentes pudieran disfrutar plenamente del momento sin distracciones. Cada invitado recibió una bolsa de tela teñida a mano con objetos cuidadosamente seleccionados, como una vela artesanal, hierbas para sahumar, pasabocas orgánicos, y una bebida refrescante natural.
La ceremonia incluyó una misa católica para cumplir el sueño de los padres de la novia, con una particularidad: la pareja se casó descalza y sin intercambio de anillos, en un acto que subrayó su conexión espiritual y el deseo de mantenerse en sintonía con la naturaleza y sus creencias personales.
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