La producción Ana de nadie, protagonizada por Paola Turbay, Jorge Enrique Abello y Laura Archbold, se ha llevado la atención de los colombianos no solo por la trama de una esposa y madre abnegada que sufre los estragos de la infidelidad, sino también porque en cada capítulo atrapa las miradas de los televidentes debido a las escenas subidas de tono propias de una historia envuelta en encantos, mentiras y algo de atracción.
No obstante, esta historia que cuenta con un elenco muy profesional no está exenta de tener retos como lo son realizar aquellas escenas en las cuales los actores y actrices deben entregar mucho más que una mirada para representar parte de la realidad y con esto nos referimos a las escenas más amorosas y románticas que deben realizar los artistas en el estudio de grabación.
¿Cómo se realizan las escenas subidas de tono en Ana de nadie?
Para realizar este tipo de escenas en el set no solo se encuentra la pareja de actores que la va a interpretar, detrás de ellas está un gran equipo de casi 20 personas pendiente de que cada detalle se dé de manera natural. Muchos se preguntarán si este tipo de acciones salen de forma casual y espontánea pero la verdad es que no.
La realidad es que existe una gran prevención no sólo por la cercanía que se establece entre los actores, sino también porque muchos de ellos cuidan la integridad de su compañero para no herir la susceptibilidad del otro. Así lo explica Jorge Enrique Abello, Horacio Valenzuela en Ana de nadie, quien también agrega que no solo se entrega esta parte del cuerpo y el alma al set sino a un público más grande que son los colombianos, por lo que el profesionalismo va de la mano con la sensibilidad del actor.
Incluso, el experimentado actor junto a Laura Archbold, Adelaida en Ana de nadie, comentan que a veces se debe incluir un poco de humor para darle confianza al momento, ya que manifiestan que no siempre es fácil hacerlo.
Cuidado de la imagen en el elenco de Ana de nadie
Ahora bien, cuando se trata del cuidado de la imagen en la actualidad se quiere tener mayor respeto por lo femenino, ya que a diferencia de hace unos años el discurso del cuerpo ha cambiado y es más necesario protegerlo.
Es por eso, que todo un equipo de trabajo se encarga de una “coreografía plástica” como las luces, el lugar, los objetos, el maquillaje y hasta el vestuario para que jueguen un papel primordial en el escenario, sin que sean solo las acciones de los protagonistas lo único llamativo de la escena; atendiendo claramente a representar lo que sucede en los momentos más amorosos y románticos de los seres humanos.