Sebastián (Guy Ecker) llega con Lucía (Alejandra Borrero) a vivir a la Hacienda luego de que se reconciliara debido al inesperado embarazo.
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Al llegar, Sebastián le revela a Aurelio que está esperando un hijo suyo y este asombrado la felicita.
Posteriormente le piden que vuelva a llamar a Leonor para contratarla de nuevo y que se encargue de su alimentación.
A solas, Sebastián le pregunta a Lucía si ya sabe si es una niña o un niño y ella le menciona que todavía no es posible saberlo.
Lucía lo interroga sobre si quiere que sea un niño por toda la cuestión de la herencia, pero él le hace saber que en realidad le gustaría que fuera niña.
“Te equivocas, a mí me gustaría que fuera una mujer. No importa las consecuencias que eso pudiera traerme, me gustaría más que fuera una mujer”, le aseguró.
Al llegar la noche y la hora de dormir juntos, Sebastián intenta ser cariñoso con ella, pero Lucía lo rechaza y le pide que le dé tiempo, pues su reconciliación está muy reciente.
“¿No puedes olvidar?”, le pregunta Sebastián y ella le pide que solo es cuestión de tiempo.
En la mañana, Lucía recibe una llamada de su mamá hablándole sobre su papá y Lucía intenta victimizarse.
Sebastián le asegura que él ya sabe que su padre está en la cárcel y le manifiesta su apoyo.
En el desayuno, Lucía le cuenta la situación en la que se encuentra su padre.
“La única forma de sacarlo de allá es si alguien pagara la deuda antes del juicio”, le comentó.
Sebastián le asegura que él no puede pagar esa cantidad de dinero, pero sí le puede servir de respaldo.
“Llama a los abogados de tu papá, diles que reúnan a los acreedores y nosotros hablamos con ellos. Si ellos piensan que yo puedo respaldarlo”, agregó.