Al final, Violeta entendió que el amor para siempre sí se puede salir a buscar, que muchas veces ni siquiera eso, porque ese amor puede ser el de los 16 años, con el que te inventaste una vida y que además lograste cumplirla.
Desde que Orina, su hija los vio intentando remediar las cosas de la peor manera, buscó la forma para que estuvieran juntos y se dijeran lo que sentían, por eso ese “encerrón” en su casa sirvió, no solo para eso, sino también para que dejaran que el amor hablara.
Sí, Luciano le dejó saber que la ha esperado toda la vida y ella también, porque para Violeta no ha existido ningún otro hombre que no sea Luciano, pese a todos los intentos que tuvo de enamorarse de hombres más jóvenes que ella.
Luciano y Violeta se casaron y fueron felices por siempre
El amor ganó y no solo eso, sino que la hizo salir de todos esos pensamientos que tenía, dejó de pensar que no se podía incluso casar porque decidió decirle que sí al amor de su vida, al padre de su hija, al hombre que había vuelto para reconquistarla y además vivir con ella para siempre.
Luciano le propuso matrimonio a Violeta y ella no dudó en decirle que sí, aunque ese día debió tomar valor para dar ese paso, con la ayuda de amigas, y un poco de bebida. Pero lo logró y se dejó ver muy feliz de saber que estaba cumpliendo ese sueño que siempre tuvo, aunque no lo quería demostrar.
Las tres Mosqueteras fueron felices
Pero el matrimonio tuvo de todo un poco, porque, aunque muchos pensaron que eran Joaquín y Ana quienes se casaban, no fue así pero sí dejaron ver que estaban felices y dichosos por su amiga, pero también pro la hermosa relación que estaban cosechando juntos.
A esto se le sumó que Genoveva decidió aparecer en la boca de su amiga, más que feliz, con un look muy hermoso demostrando que estaba amando lo que se había convertido y además que estaba por despedirse porque se iba por ocho meses con su nuevo amor en un paseo lejano en moto.
Esto sorprendió a todos, pero de la mejor manera porque había sido Genoveva la más sufrida de las tres y se merecía ser muy feliz y volver a creer en el amor.
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