En Ana de nadie hemos visto cómo cada uno de los personajes tiene una situación difícil para enfrentar y la de Camila (Carolina Cuervo), la hermana de Ana (Paola Turbay), es una de las más difíciles de asimilar, pues su esposo es un hombre violento y ella ha callado por años las heridas que le ha causado y el daño psicológico que esto le ha generado.
Para Roberto (Patrick Delmas), el esposo de Camila, era muy fácil aprovecharse de ella y manipularla, ya que los dos viven en Estados Unidos y toda la familia de la mujer está en Colombia, por lo que no contaba con una red de apoyo para denunciarlo. Además, la hermana de Ana tenía tanto miedo como pena de contar cuál era la situación en su matrimonio.
No obstante, cuando volvió a Colombia, por pedido de su mamá Dolores, Camila se dio cuenta de que tiene una salida a esa cruel vida que le correspondió y que no tiene por qué soportar más maltrato. Además, Ana y sus amigas, Genoveva y Violeta, se convirtieron en esa red de apoyo que tanto estaba buscando.
Roberto llegó a Colombia y dañó todos los planes de Camila en Ana de nadie
Así pues, Camila estaba decidida a pedirle el divorcio a Roberto y estaba siendo apoyada por una abogada de familia que es amiga de Genoveva. Sin embargo, Roberto, en una de las llamadas que hizo a Colombia, notó que no todo estaba bajo su control, como siempre, y decidió viajar para buscar a su esposa.
Roberto toma cartas en el asunto al darse cuenta de que Camila quiere divorciarse
El hombre se dio cuenta de que Camila estaba muy nerviosa y empezó a tratar de manipularla, evitando que se comunicara con Ana y haciendo que bajara la guardia par encontrar los papeles del divorcio.
Así pues, Roberto se dio cuenta de que necesita llevarse a su mujer a Estados Unidos y empezó a mostrarse arrepentido por sus actos, diciéndole incluso que tomaría terapia psicológica para cambiar.
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