La salida nocturna de Florencia y Kike, que se dio en el colegio en el que estaban haciendo su servicio social y que los puso en peligro de ser atacados por un par de delincuentes, sigue generándole problemas a Joaquín (Sebastián Cravajal), quien fue el que los salvó.
Y es que el periodista Cortés, novio de la arquitecta Ana Ocampo (Paola Turbay), se dio cuenta de que la hija menor de su pareja, Florencia, y su novio Kike podrían haber estado consumiendo sustancias psicoactivas y se preocupó por la salud de los dos.
Sin embargo, Joaquín se dio cuenta de que Florencia en realidad no estaba consumiendo nada y que quien tenía en su poder un cigarrillo de la sustancia era Kike, además que también estaba bajo los efectos de éste.
Joaquín se acercó al colegio de Kike para hablar de su posible adicción
No obstante, el periodista quedó muy preocupado por la salud de Kike y decidió ir a interceder por él en su colegio, algo que llegó a los oídos de Florencia y Kike y que hizo que se molestaran bastante con él al punto de querer vengarse por su acusación.
La venganza está lista y todo es gracias a una visita que le hizo Florencia a Joaquín en su apartamento y en la que encontró el cheque en blanco que su abuela Dolores le dio para que se separara de Ana.
¿Qué quieren hacer Florencia y Kike en contra de Joaquín en Ana de nadie?
La idea de la hija menor de Ana es que la arquitecta vea el cheque firmado, como si Joaquín lo fuera a cobrar, y de esta forma arruinar esta relación. Sin embargo, Kike es mucho más ambicioso y quiere cobrar el cheque para tener una nueva vida llena de lujos.
Aunque Florencia se molestó por esta idea, parece que Kike sigue con ésta y ahora tiene la firma y los datos personales de Joaquín para usar el cheque, pues, cuando fue citado por el colegio por el grave hecho que lo involucra, le mostraron la declaración firmada por Cortés y él le tomó foto a esta información.