Una de las situaciones que más preocupaba a Horacio (Jorge Enrique Abello) en Ana de nadie, es perder una de las licitaciones públicas más importante de la alcaldía: la de la electrificadora. Y es que el arquitecto estaba convencido de que iba a ganarla, por todo lo que hizo su gerente jurídico, pero las investigaciones del periodista Joaquín Cortés (Sebastián Carvajal) le arruinaron esta certeza.
Y es que la llagada de Joaquín a la vida de Horacio fue bastante turbulenta para el empresario, pues no sólo le dañó este importante proyecto, sino que además se trató del hombre que le robó el corazón a su exesposa y la mujer de sus hijos, Ana (Paola Turbay).
Ahora bien, luego de que la fiscalía determinara que no había suficientes pruebas para imputarle cargos a Horacio y a su empresa y que salieran limpios de la investigación, él decidió que no se dejaría ganar la nueva licitación de Luciano Ucross (Andrés Toro), su mayor némesis en el gremio, y se volvió a presentar.
Horacio no le hizo caso a su hija ni a quien era su esposa en ese momento, Adelaida
Pese a que todos le advirtieron que esta no era una buena decisión, incluyendo a su hija Emma y su esposa Adelaida, él hizo caso omiso a las advertencias y su ego no le permitió unirse a Luciano para ganar este proyecto.
Luciano y Ana ganan la licitación de la electrificadora en Ana de nadie
Así pues, la licitación la ganó Ucross y, por ende, Ana, quien era la arquitecta que estaba a la cabeza del proyecto en su empresa y, aunque su exesposa estaba dichosa porque volvió a su carrera por la puerta grande, Horacio se molestó bastante con su equipo y hasta le pidió la renuncia a Alejandro y a todo el equipo de arquitectos que tenían a cargo el proyecto.
Para Horacio, la culpa de no ganar no es suya, sino del hecho de que sus amigos poderosos no lo quisieron ayudar en esta oportunidad y de que Alejandro hizo un mal trabajo.
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