Ana de Nadie, la producción del Canal RCN que se apoderó de las noches en los hogares de los colombianos, tiene encantados a millones de televidentes con su singular historia. Ana Ocampo, interpretada por la ex Señorita Colombia, Paola Turbay, se enteró después de 25 años de casada que su esposo le es infiel con una joven arquitecta. Horacio, papel que desempeña el reconocido Jorge Enrique Abello, es un personaje que estará bajo la lupa de su esposa y con la atenta mirada de Adelaida, su amante, a quien le da vida Laura Archbold.
Ana sospecha de Horacio luego de que él evitara una llamada mientras cenaban
Desde que Ana Ocampo se enteró de que su esposo Horacio le era infiel, la arquitecta se encuentra mucho más alerta y desconfiada con cada acción que su marido omite o lleva a cabo.
En medio de la cena familiar en la que se encuentran compartiendo con los hijos: Emma, interpretada por Ramistelly Herrera; Pedro, caracterizado por Carlos Báez y Florencia, papel de Ilenia Antonino. Ana se involucra en la conversación, pero una llamada a su esposo le hará dudar de quién lo pudo haber llamado.
Sin saberlo, al otro lado de la línea, se encuentra Adelaida, interpretada por Laura Archbold, quien se muestra desesperada y e inconsolable por no poderse comunicar con Horacio.
El reconocido empresario se da cuenta de que quien lo llama es su amante y rechaza de inmediato su llamada, por lo que genera nuevamente dudas en Ana.
Como era de esperarse, la reacción de Horacio no le gustó a Ana, por lo que la mujer se levantó de la mesa diciendo que mejor se iba a dormir y eso condujo a la pareja a una nueva discusión.
La discusión entre Horacio y Ana, deja muy pensativa a la arquitecta
El hecho anterior generó molestias en Ana, quien discutió nuevamente con Horacio y le preguntó directamente por qué no había respondido la llamada mientras cenaban.
Fue tal la sospecha que se levantó en la señora Ocampo que la arquitecta recordó lo joven que es Adelaida y la diferencia de edad que tiene.
Definitivamente Ana no confía en su esposo, por lo que el empresario la tendrá muy difícil para volver a ganarse el espacio que antes tenía, sobre todo, el amor incondicional que la arquitecta le profesaba.