Ana lo logró, Horacio le firmó los papales del divorcio y eso la puso a pegar gritos de alegría, pues se dio cuenta que ahora podrá hacer su vida, sus planes, sus proyectos, pero también vivir ese amor que tiene tan bonito con Joaquín.
Todo iba bien, incluso hasta lo celebró con sus hijos, bueno, con Pedro quien sí se emocionó por saber que su mamá iba a empezar de nuevo 25 años después, pero con la misma pasión como si el tiempo no hubiera tocado su puerta.
En cambio, Emma fue muy directa al hacerle saber que no era justo que compitiera con su papá, pese a lo que ella quisiera hacer, no estaba bien esto. Ana no le dio mucha relevancia y decidió irse a casa de Joaquín para darle la noticia y celebrar.
El paso que no hizo tan feliz a Ana
Pero no pasó. Pese a que Joaquín decidió hasta comprar algo para celebrar este gran paso en su vida y todo lo que se le viene nuevo, Ana no quiso. No estaba tan feliz como ella creía que lo estaba.
Joaquín no lo podía creer y al mismo tiempo se vio mal él también porque sentía que Ana no estaba contenta por haberse separado de su esposo. Pero no era eso, solo que Ana no podía creer que su vida, la que construyó con tanto esfuerzo se hubiera esfumado con solo una firma.
Y no hablaba solamente de la relación con Horacio, ella habló de su tiempo, de sus inversiones, de sus sueños de ese momento, incluso de sus hijos. Ana se quedó sin muchas cosas y ahora teme empezar de nuevo, ahora no lo ve del todo como la mejor de las opciones.
El nuevo comienzo de Ana y Joaquín
Joaquín no sabe qué decirle porque al mismo tiempo él siente culpa, pero le pide que no se ponga de esa forma, que no se puede sentir mal por algo que le hará tan bien, sobre todo desde lo laboral, pues vale la pena destacar que Ana lo perdió todo para conseguir el divorcio, que se quedó sin nada a cambio de su libertad.
Por su parte Joaquín también está viviendo experiencias nuevas desde lo profesional y lo tiene muy contento el saber que puede dar conferencias y que puede salir adelante para darle a su hijo eso que tanto ha querido. Mientras, Teo sigue en Panamá asegurando estar feliz y disfrutando de los días que estará con su mamá.
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